El Boguijazz nos invita de nuevo a otro de sus conciertos desde el exilio:
WILLIAM PARKER, POETA, COMPOSITOR Y MÚSICO, está considerado de manera unánime como uno de los más excelentes bajistas en activo. Y, según el Village Voice, "el bajista de free jazz más consecuentemente brillante de todos los tiempos". Nació en la ciudad de Nueva York el año 1952. Está reconocido como líder de los jóvenes músicos de jazz en Nueva York del Lower East Side. Ha aparecido regularmente en festivales de música de todo el mundo. En sus comienzos, se dio a conocer al gran público cuando se asoció a Cecil Taylor. Ha tocado durante mucho tiempo junto a David S. Ware, y con el grupo de Peter Brötzmann. Parker ha grabado y actuado con otros muchos músicos. Su libro, "Who owns music?" (¿Quién posee la música?), reúne sus escritos políticos, ensayos sobre la teoría de la música y poemas. En la segunda foto, junto al trompetista Lewis Filip Barnes. El concierto fue fabuloso. Estos días iré poniendo más fotos de todo el grupo. Y es que hay que ir al Johnny.
Le Swing, un club privado en el centro de Madrid y con aforo limitado. Las entradas se tienen que reservar obligatoriamente.
Telefono: 91.521.1568 o 699.100.332
Busca en mi blog | Search my blog:
2009/02/02
William Parker en Le Swing (2009.02.03)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Vigilan que no se ahogue el enano del snorkel...
Busca en mi blog | Search my blog: |
1 comentarios:
Crónica del concierto en El Pais:
William Parker y la autosatisfacción del 'jazz'
El contrabajista se exhibe en Madrid en una sesión de improvisación libre
ALFONSO CARDENAL - Madrid - 04/02/2009
Diluviaba en Madrid y en Nueva York estaba anocheciendo. Sobre la práctica del onanismo, Woody Allen dice en Annie Hall: "es hacer el amor con la persona que uno más ama". Puede que la improvisación libre en el jazz sea lo mismo pero con un instrumento predilecto. Puede que eso sea lo que hizo ayer William Parker con su contrabajo. El sábado actuará en el Palau de la Música de Barcelona secundado por una importante orquesta y ante un numeroso público, el martes compareció solo en Madrid y ante no más de cien personas.
Diluviaba en Madrid y en Nueva York estaba anocheciendo. Sobre la práctica del onanismo, Woody Allen dice en Annie Hall: "es hacer el amor con la persona que uno más ama". Puede que la improvisación libre en el jazz sea lo mismo pero con un instrumento predilecto. Puede que eso sea lo que hizo ayer William Parker con su contrabajo. El sábado actuará en el Palau de la Música de Barcelona secundado por una importante orquesta y ante un numeroso público, el martes compareció solo en Madrid y ante no más de cien personas.
Algunos han puesto flores al cierre de la sala Boguie jazz, en la madrileña calle Barquillo. En realidad sigue vivo. Dick Angstadt, el dueño de Boguie, tiene el punto inquieto del Allen cineasta, y al cierre de su local ha respondido con el quinto concierto en Le Swing jazz Club. Le Swing es un apartamento en el segundo piso de un viejo edificio en el centro de Madrid, probablemente el rincón más neoyorquino de la ciudad. Ambiente jazz con humo y parroquianos dignos de una de esas fiestas que retrata el director norteamericano. Y así compareció el increíble Parker. El músico, escritor y poeta del Bronx (donde imparte talleres de improvisación), salió con su contrabajo en un apartamento diáfano cubierto con sabanas blancas y negras y sofás, plantas y sillas.
Casi dos horas de improvisación salvaje, rítmica, imponente. Él con túnica africana a rayas, zapatos en punta y un gorro de colores. Parker se exhibía en una actuación infinita y memorable, ininterrumpida, sin aplausos, con los ojos cerrados y en éxtasis. Un jazz que nunca acaba, de esos que cuando cierra una puerta encuentra abierta una ventana. A la hora paró, abrió los ojos, salió de su ensimismamiento, saludó y descansó un rato para retomar una sesión que recalca que el jazz bien puede ser el octavo arte y el Bogui un rincón que sigue vivo.
Publicar un comentario